Me confieso una enamorada de Italia, desde mi primer viaje quedé prendada de su arte, paisaje, idioma, de su música... en fin me encuentro como en mi casa, aunque bien es cierto que lo mismo que pasa en nuestro país, poco tiene que ver el norte con el sur, el Mediterráneo con el Adriático, el mar con la montaña. Debido a mi trabajo fueron muchas las veces que viaje allí, normalmente a los mismos destinos, los más turísticos, pero cada vez que podía me escapaba para abrir más el panorama e internarme en destinos menos concurridos y por tanto más reales.
Hoy os presento uno de los lugares que dejaron mella en mi por su belleza, tranquilidad y clase. BELLAGIO, en el Lago de Como.
El Lago de Como está rodeado por 20 pequeños pueblecitos entre los que destacan los privilegiados Bellagio, Menaillo, Cernobbio, Laglio y Varenna, todos ellos comunicados por ferries que tienen una frecuencia continua.
Lo descubrí con mi marido, entonces mi novio, y nos enamoramos de aquellos paisajes, disfrutábamos tomando una birra contemplando el lago, siguiendo la senda del paseo que lo rodea, perdíendonos por sus callejuelas estrechas llenas de tiendas, o bailando en el club privado de una pareja que me dejaba boquiabierta con su exhibición de rock, y que después de 38 años aún mantenemos contacto con ella.
Allí fui por primera vez a buscar setas al bosque. Era principios de Septiembre y los colores otoñales ya lucían en su exuberante vegetación. Me encanta pisar las hojas marrones y doradas que cubren el suelo en esta estación del año.
Estas próximas fotos son de mi album personal y aunque después de tantos años la calidad no es muy buena, son un testimonio de aquel momento.
Aunque estaba acostumbrada, por mi trabajo, a alojarme muchas veces en hoteles de lujo, y ésta vez estábamos en uno de segunda categoría, eso si con vistas al lago, descubrí en aquel albergo lo que era ser un PROFESIONAL.
Después de tantos años no recuerdo el nombre del hotel pero si el de su propietario, el señor Martinelli. Éste se ocupaba personalmente de los clientes y los camareros no iban nunca de vacío, si cuando pasaban por tu mesa veían que te faltaba un cenicero, a la vuelta lo tenías; si faltaba vino, cuando volvían te lo servían; nunca iban con las manos vacías. Esto me ha servido a mi de aprendizaje para mi vida particular y profesional.
Mi amiga Roberta tiene un precioso hotel sobre el lago, HOTEL FLORENCE, con un servicio impecable. Os dejo el enlace y os lo recomiendo.
https://www.facebook.com/pages/Hotel-Florence
Si podéis hacer una escapada, no os lo perdáis, realmente es una gozada.
http://azureazure.com/viajes/Lago-Como-refugio-famosos-escenario-peliculas
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